26.3.07

España un país en el que muchos no nos reconocemos y no por ello dejamos de ser "Ejpañoles".

Si, por que aunque mucha gente no se lo crea no decimos ole en vez de hola, ni apoyamos el mal trato a animales disfrazándolo como un acto cultural, ni tampoco colgamos una muñeca de sevillanas en el espejo retrovisor del coche.
Desde fuera todos somos “Ejpañoles”, pero creerme aquí dentro las cosas son muy diferentes.

Vivimos en un país al que no debemos nada en absoluto y el cual nos lo debe todo por la simple y llana razón de que sin nosotros no existiría, nosotros lo conformamos, nosotros aceptamos un contrato social, herencia de los estados modernos, en el cual cedemos al estado o Leviatán en términos hobbesianos nuestro propio autogobierno, admitimos un monopolio de la violencia por parte del estado, dentro claro esta de unas medidas razonables para procurar el bien de su ciudadanía, de aquí su deber para con nosotros. Cuando hablo de nosotros me refiero por igual a esa fauna peculiar de este país cada vez más dividida en rojos tomates y arcaicos fósiles que pierden el tiempo intentando demostrar que tomate es más rojo o que fósil es más antiguo.

Puesto que mi intención es reflejar la realidad social y política de este país tan peculiar, esbozaré tan simple como pueda el panorama político nacional actual. Nos encontramos ante un crispamiento político brutal entre los dos grandes partidos mayoritarios, me refiero claro esta, al partido que se encuentra gobernando a pesar de lo que le gustaría a muchos de esos fósiles antes citados y a ese intento de oposición endeble y crispada encabezada por el "Ejpañolito" más "Ejpañol".

Las claves de la continuidad de este gobierno se basan principalmente en un proceso de paz que se articula atrancas y abarrancas, o por lo menos esa es la imagen que se refleja.
Un proceso de paz en el cual se a podido observar como pese ala continua crítica sin fundamentos por parte de la oposición y a las supuestas cesiones por parte del Leviatán, las cuales jamás se han encontrado en la mesa de negociación, prueba de ello es el atentado con el que se pronunció la banda terrorista en el aeropuerto madrileño de Barajas, sigue adelante resaltando las intervenciones del dirigente del partido ilegalizado Batasuna en diferentes medios de comunicación. Resalto este hecho declarando antes que la estrategia clara del bando nacionalista es la de exprimir al máximo sus posibilidades hasta aproximarse lo más posible a las próximas elecciones estatales, ya que si no lo hacen antes, por contrapartida el proceso de paz fracasaría y la ciudadanía amonestaría al gobierno de Zapatero dando paso a una nueva época de oscuridad dominada por el partido Popular en la cual se les cerrarían las puertas a cualquier posibilidad de negociación.
Por parte del partido Socialista, la idea es clara, llevar acabo el proceso de paz cediendo lo mínimo al bando nacionalista, no sin antes exigir una erradicación de la violencia y una inmersión en los valores democráticos por parte de Batasuna. Idea que ha de ser apoyada por su carácter final de llegar a una paz deseada tanto por tomates como por fósiles y no caer en el rencor y en el odio, por otra parte totalmente comprensible.
El papel de la oposición es evidente y viene siendo desde ya hace tiempo bochornoso, la utilización de argumentos que no se sustentan mas que, con perdón, en pajas mentales de su cúpula dirigente, la utilización de la victimas del terrorismo y su sufrimiento con fines electorales, el veto a diferentes medios de comunicación los cuales no son afines con su arcaica ideología, la búsqueda del apoyo de esa siniestra institución que tuvo su mayor auge en la Edad Media haciendo de esta una época totalmente opaca y atrasada, la continua y denigrante intención de atribuir la autoridad de un hecho históricamente significativo para nuestro país a un grupo terrorista que no tiene nada que ver y no por esto es menos malo, y así un sinfín de despropósitos que a lo único que encaminan es a un crispamiento político por desgracia con precedentes en nuestro país.

Ni que decir tiene la importancia de otros asuntos que han ido siendo salpicados como gotas de agua de este torrente central y que han llevado a que en distintos momentos una parte de la ciudadanía se haya manifestado, llevados por las siniestras intenciones del grupo Popular, el cual aboga aparentemente por la legalidad y la justicia poniendo en duda las decisiones de los más altos órganos del poder judicial español.

El caso es que este y muchos más asuntos como la guerra entre titanes de la energía, la especulación urbanista, aunque alguien no se lo crea base de nuestra economía y de más se encuentran en el panorama socio-político de nuestro país, un país del que muchos no nos sentimos especialmente orgullosos.
Enserio hay más cosas tras la pared pirenaica y el charco Atlántico.


DV.


No hay comentarios: